Vivimos en una era digital donde la tecnología está profundamente entrelazada con casi todos los aspectos de nuestras vidas. Desde la comunicación y el entretenimiento hasta el trabajo y las transacciones financieras, dependemos de dispositivos conectados a internet para realizar nuestras actividades diarias. Sin embargo, con esta creciente dependencia de la tecnología, también aumentan las amenazas cibernéticas que pueden comprometer nuestra seguridad y privacidad.